¿Qué hay con los corazones rotos?
Se dice que los signos más vitales de un corazón roto son la depresión y la ausencia de la realidad, pero, ¿un corazón puede realmente romperse, o es solo una mala expresión que usamos los humanos para explicar el sentimiento?
Tengo 16 años y recibí varias decepciones amorosas para mi edad, apesta. No, el amor no apesta. Apesta la sensación de no estar haciendo las cosas bien.
Les estoy escribiendo desde la casa de una amiga, con lagrimas en los ojos y dolor en el pecho. No estoy encontrando sentido a lo que escribo, pero es lo único que me calma en esta mañana.
Siento que nunca voy a encontrar al amor de mi vida, aun así cuando recién estoy empezando mi aventura en este mundo. No me considero una típica adolescente dramática. Pero lo cierto es que por más que yo no quiera, lo soy.
No puedo creer que llego a sentir que muero por un simple chico. ¿Quién se cree ese estúpido para hacerme sentir así? y, ¿quién me creo yo para dejarlo hacerme sentir así?, ¡Que estúpida!
Siento que mis lagrimas arden de ira. Esta constante montaña rusa me lleva y trae, me sube y me baja, me atrae y me hace sentir miedo. Miedo a un abismo. Miedo a un oscuro final. Miedo a que nadie me quiera. Miedo a terminar sola en la vida.
Pero aun así me considero totalmente una romántica del siglo xviii. Moriría por amor. Derramaría mi sangre, llegando a una expresión exagerada y poética, por aquel que amo. Pero aun así, me pienso en carácter de alguna obra de Lord Byron o Jane Austen, y se que no podría soportal finales tan trágicos e irreversibles.
¿Acaso conozco lo que realmente es el amor?
Podría decir que se lo que es el amor entre amigos, entre familia. Pero nunca supe si alguna vez me enamore de alguien que me correspondiera de la misma manera.
Sigo escupiendo palabras en la computadora, sin tener sentido alguno, y llevándome a ningún lado más que aumentar el malestar en mi pecho. Debería dejar de escribir, pero siento que mis dedos acarician el teclado en algún tipo de danza tranquilizadora, haciendo que las lagrimas desaparezcan.
Mientras la música abraza mis oídos, y los latidos activan mi cuerpo, así recibiendo pequeños sustos, dejo que mi mente viaje a donde quiera y me aleje de todo el mundo.
Necesito que mi corazón se tome también unas vacaciones y no se preocupe por todo aquello que no debería preocuparme, pero me hes imposible.
Me hes imposible dejar quién soy.
Una adolescente dramática que sufrirá una y otra vez los altos y bajos del amor y sus consecuencias.
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